
Trabajo en equipo, en la oficina y en el campo de juego
Trabajo en equipo, en la oficina y en el campo de juego
Antonio Hernández, Jefe de Turno en la Planta de GNL de Barcelona, es un gran amante del deporte y aficionado al pádel desde hace algunos años. Además, es un habitual de los torneos de pádel benéficos organizados por Enagás.
¿Cómo y cuándo descubriste tu pasión por el pádel?
La pasión por este deporte casualmente vino por descarte. Cuando decidí dejar el fútbol, que me ocupaba mucho tiempo (entrenaba 4 días de lunes a jueves, más los partidos de liga el fin de semana), no encontraba nada que me llamara la atención para continuar compitiendo.
Además, el físico y el tiempo eran bastante importantes, ya que con 30 años fui padre de gemelos. Empecé a correr y salir en bici, pero con esto no era suficiente, necesitaba competir. Así es que empecé a jugar con varios ex compañeros del equipo de fútbol, y la verdad que no se nos daba mal. De esta forma empezó la fiebre “padelera”.
Eres uno de los profesionales habituales del torneo benéfico de pádel de Enagás. Ganador de la categoría masculina el pasado año y finalista en esta última edición. ¿Participas con frecuencia en competiciones?
Me federé en un equipo de pádel a los meses de empezar a entrenar, iniciándome en 4ª división. El pádel es uno de los deportes donde notas la evolución de forma inmediata, cuando empiezas a jugar, si inviertes horas los avances son rápidos. En cuestión de un año, ascendí a 2ª categoría y empecé a jugar torneos intersemanales. A los cuatro años ya jugaba en 1ª división de la provincia de Barcelona. Todo siendo pádel amateur, el profesional está a años luz del que jugamos los mortales.
¿Cómo te organizas para encontrar un equilibrio entre tu carrera profesional y una afición como esta?
Para poder conjugar este deporte con tu vida cotidiana, la única solución es tener una aliada en casa: mi mujer, también una gran aficionada al pádel. En mi caso, aprovecho los turnos para jugar por las mañanas o al mediodía. Las tardes con tres niños que tenemos son muy entretenidas.
¿Has aplicado alguna estrategia o mentalidad que has adquirido en el pádel a tu trabajo en Enagás o viceversa?
Aunque no lo parezca, el pádel es un deporte en el que gana el que menos falla, no el que más puntos acaba. Tienes que ser paciente, no estresarte cuando erras un golpe, seguir con la cabeza fría, porque la cosa cambia cuando falla tu compañero y tu nivel de tolerancia no es el mismo. Así es que doble ración de paciencia.
Todo esto lo extrapolo a mi vida y al trabajo. El trabajo en equipo es fundamental en mi día a día, más en una planta de regasificación. Dependemos los unos de los otros, así es que la confianza en tu compañero de trabajo tiene que ser similar a la de tu pareja de pádel, confiar en él y tener paciencia cuando las cosas no van como tú quieres o te gustaría.
El pádel está en auge y cada vez son más las personas que se inician en este deporte. ¿A qué crees que se debe? ¿Por qué lo recomendarías?
El pádel es un deporte que está arrasando, tanto por su vertiente competitiva, como social. Para captar usuarios, los clubs de pádel tienen bolsas de jugadores en grupos por niveles y son ellos mismos los que te ponen en contacto con estas personas por apps. El factor social es otro tema a destacar: se necesitan cuatro jugadores para un partido, por lo que es muy habitual entablar amistad con la gente que lo practicas, así tu abanico de posibilidades a la hora de poder jugar con más gente se amplía.