
La inteligencia artificial y sus desafíos éticos
La inteligencia artificial y sus desafíos éticos
La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una de las tecnologías de más rápido desarrollo en los últimos años, pero su crecimiento plantea también importantes desafíos éticos y riesgos de seguridad que hacen necesario un trabajo transversal para emplearla en las compañías de manera segura.
Enagás, consciente de las oportunidades que genera esta tecnología, pero también de todos estos retos, aborda la implementación de la IA desde una perspectiva ética y está trabajando de forma constante para garantizar el uso responsable y seguro.

Sofía de las Cuevas, Directora de Asesoría Jurídica y Cumplimiento de Enagás, subraya que “nuestros Comités de Ciberseguridad y de Cumplimiento Ético están ya trabajando de forma coordinada para impulsar el despliegue de una IA confiable en nuestra organización”. “Este proceso se está llevando a cabo de acuerdo a un proyecto transversal que afectará a todas las áreas de la compañía”, añade.
Inteligencia Artificial: Tres retos a tener en cuenta
Sofía de las Cuevas destaca tres tipos de riesgos en la utilización de la IA en el entorno de trabajo. El primero es la fuga de información confidencial u otro conocimiento. Para evitarlo, es preciso garantizar la privacidad y protección de los datos usados y de los resultados obtenidos. Además, usar IA implica también un riesgo de cometer errores, ya que las respuestas pueden incluir contenido inexacto o de baja calidad. “Debemos asegurarnos de revisar las respuestas de la IA antes de usarlas en un documento de trabajo”, recomienda.
El tercer tipo de riesgo es el de trato injusto. “Se ha hablado mucho de cómo los sistemas de IA pueden perpetuar o amplificar inadvertidamente los prejuicios sociales”, afirma la directiva. “Para abordar este desafío, se han de recopilar y seleccionar datos más inclusivos y establecer controles para evitar los sesgos”, sugiere.
“Estamos trabajando para garantizar el uso responsable y seguro de la IA”
Además, el uso de IA presenta otros desafíos, como la responsabilidad por las decisiones automatizadas y el impacto en los derechos de propiedad intelectual.
“Desde Enagás estamos abordando estos desafíos desde una perspectiva ética, garantizando el uso responsable y seguro de la IA”, recalca Sofía de las Cuevas. “El modelo de gobernanza y cumplimiento de la empresa está en constante evolución y estamos actualizándolo para poder afrontar, de la mejor forma posible, los nuevos desafíos”, subraya.
Recientemente, el Consejo de Administración de la compañía ha aprobado la Política de IA, que puede consultarse en la web de Enagás, incorporando unas directrices claras y los principios generales aplicables en esta materia.
Una nueva forma de trabajar
“Previsiblemente, la IA cambiará nuestra forma de trabajar en el corto plazo y experimentaremos mejoras nunca vistas en nuestra productividad”, avanza la Directora de Asesoría Jurídica y Cumplimiento de Enagás.
En particular, la ejecutiva destaca el potencial de los modelos de IA generativa, aquella que es capaz de generar texto, imágenes u otros medios en respuesta a comandos, y que está especializada en procesar grandes cantidades de información y generar lenguaje. “Esta es una de las herramientas más importantes para el sector legal, así que es crucial aprovechar las oportunidades, aunque con las cautelas adecuadas”, matiza.
En esta línea, la alfabetización en IA es uno de los retos de las organizaciones. “Se trata de una tecnología compleja y disruptiva, pero no podemos quedarnos atrás”, dice la directiva, que apunta que Enagás está invirtiendo en la capacitación de sus profesionales en materia de inteligencia artificial. “Es fundamental para poder comprender e interactuar con confianza con estos sistemas basados en IA”, recalca De las Cuevas.